Hermandad


Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia

y Nuestra Señora de las Angustias


En nuestro pueblo, el origen de las cofradías de Semana Santa lo podemos situar en los años finales del Medievo, siendo las primeras cofradías penitenciales de dos clases: las populares, que surgen por iniciativa de la iglesia local o diocesana, y las jerárquicas, que nacen por mandato de la autoridad eclesiástica.

Lo que si podemos afirmar con toda propiedad es que al menos desde finales de la Edad Media, Montoro es uno de los pueblos cordobeses con más firme trayectoria cofradiera.

Surgen en el siglo XVI las primeras cofradías penitenciales de la Semana Santa, la de la Vera Crux y la de la Soledad y Angustias de Nuestra Señora, estando ésta última documentada a partir de 1579.

En el último cuarto del siglo XVI aparecen registradas en las visitas generales de Montoro, nada menos que doce cofradías, eregidas en honor de distintas advocaciones. A partir de entonces, irán surgiendo las cofradías pasionista en Montoro.

La segunda cofradía penitencial por orden cronológico es la de la Soledad de Nuestra Señora, también conocida bajo las advocaciones de Nuestra Señora de las Angustias o Quinta Angustia, hoy fusionada con el Cristo de la Misericordia.

Nace la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad alrededor de 1570, habiendo documentos sobre algunos hermanos mayores en 1579, que indican que las cofrades hacían estación de penitencia el Viernes Santo y que procesionaban a las imágenes de Nuestra Señora de la Soledad y el Santo Sepulcro.

Durante el siglo XVII y primer tercio del XVIII la Cofradía de la Soledad y Santo Entierro aparece con el nombre del Santo Entierro y Nuestra Señora de las Angustias. Se utilizaba indistintamente las advocaciones de Soledad y Angustias, siendo la imagen titular la de las Angustias, como indica Juan Aranda Doncel en su obra Historia de la Semana Santa de Montoro, siglos XVI-XX.



  Nuestra Señora de las Angustias desaparecida en la Guerra Civil


Es ya a partir del siglo XIX, cuando se incorpora a la procesión del Viernes Santo la Virgen de la Soledad que se veneraba en la iglesia de las Carmelitas Descalzos, siendo ésta la talla más antigua de la Semana Santa Montoreña.

Desde sus orígenes, la titular de la Cofradía de la Soledad es una imagen de Nuestras Señora de las Angustias, que recibe culto en la iglesia de San Sebastián.

Ya entrado el siglo XX, la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias y Santo Entierro se transforma de cofradía a sociedad laica.

A partir de entonces, se entra en una etapa de crisis, en que todas las cofradías buscan apoyos económicos institucionales, principalmente de los ayuntamientos, como demuestran de manera fehaciente las actas capitulares, donde se recogen numerosas solicitudes de auxilio para poder procesionar las imágenes.

Esta etapa decadente perdura hasta la dictadura de Primo de Rivera, pero no por ello se producen cambios con respecto al siglo XIX, donde procesionaba el Crucificado, el Descendimiento, el Santo Sepulcro y Nuestra Señora de las Angustias, a los que se unirá más tarde el de la Virgen de la Soledad. 

Tras estos años difíciles, la pujanza de la Semana Santa montoreña va a caracterizar esta etapa, potenciando su actitud la sociedad del Santo Entierro, que recobra su dinamismo y construye en la iglesia de San Sebastián, bajo la dirección del maestro Alonso Madueño, un camerín para Nuestra Señora de las Angustias, cuyos gastos se sufragaron con limosnas de personas devotas.

Con el advenimiento de la II República, se inicia una nueva etapa de decadencia, prologándose durante la Guerra Civil y algunos años más.

A mediados del siglo pasado, la cofradía de Nuestra Señora de las Angustias se segrega de la del Santo Entierro, convirtiéndose en una cofradía gremial de los industriales y comerciantes montoreños a partir de 1955, fecha que hay que considerar como refundación.

La imagen anterior a la Guerra Civil, una auténtica joya, fue destruida. La que procesiona en la actualidad es una donación que en el año 1941 llevan a cabo el matrimonio compuesto por Juan José Ruiz y Rosario Calleja Hidalgo y su hija Mariana, que regentaban un comercio de ultramarinos a escasos metros de la iglesia de San Sebastián.

La imagen titular es obra del escultor valenciano, Pío Mollar, habiendo sido restaurado el grupo escultórico por el cordobés Andrés Valverde Luján, en el año 1992.



 


 Talla actual de Nuestra Señora de las Angustias


En el informe emitido por el párroco Francisco Ruiz de Valenzuela al entonces obispo de Córdoba, Don Pedro Antonio de Trevilla, el 2 de mayo de 1819, decía que de las 4 procesiones que salen cada año en la Semana Santa de Montoro, la cuarta sale el mismo Viernes Santo de la iglesia auxiliar de San Sebastián, en la que se conducen las imágenes del Señor Crucificado, el Descendimiento de los Santos Varones, seguido del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de las Angustias, según informaciones recogidas por Manuel Nieto Cumplido en su obra Religiosidad popular y Semana Santa de Montoro.

Esta documentación pone de manifiesto dos cosas. Una, ya expuesta anteriormente, la existencia de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias, y otra, que la imagen del Señor Crucificado, el precedente más remoto que conocemos del Cristo de la Misericordia, aparece incorporado a la procesión siglos atrás, cubriendo la estación de penitencia la tarde-noche del Viernes Santo montoreño.





 Santísimo Cristo de la Misericordia desaparecida en la Guerra Civil


Según recoge Aranda Doncel en Historia de la Semana Santa de Montoro. Siglos XVI-XX, a hombros los 4 pasos se procesionaban en la noche del Viernes Santo, y ocupando el primer lugar, un Crucificado, cuya advocación desconocemos, pero que podría ser el Cristo de la Misericordia que se veneraba en el altar de San Francisco, de la parroquia de San Bartolomé.

Por las propias palabras empleadas por el autor estamos en presencia de una simple suposición, pues no hay documentación que avale que aquel fue efectivamente el Crucificado que procesionaba a comienzos del siglo XIX o si hubo otro más tardío desaparecido durante la Guerra Civil, que sería el antecedente de la imagen que llegó consignada a la estación de Montoro, en 1939, que hoy preside el altar mayor de tal parroquia de San Bartolomé.




 Talla actual del Santísimo Cristo de la Misericordia


Lo que si sabemos con absoluta certeza es que entonces, como ahora, el Crucificado abría el desfile procesional del Viernes Santo pero sin que tengamos argumentos para afirmar que 200 años atrás, su advocación fuera la de Misericordia.
Por todo lo anteriormente señalado, habrá que dejar por sentado que la historia de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora de las Angustias no puede explicarse como un simple acto que arranque de la fundación y que recorra las etapas que se han ido sucediendo hasta el presente momento.

Como ha descrito el anterior Hermano Mayor- Presidente Antonio Madueño, en su artículo de Cruz de Guía titulado Breve historia de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora de las Angustias en su edición de 2007, cabría hablar de diversos procesos que a los largo del tiempo, han revestido las formas de fundación, segregación y desaparición para proseguir con la refundación de la que actualmente es nuestra cofradía y desembocar finalmente en la fusión en el año 1991 con la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias.

Hay que significar que por más que la Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia se refunda en 1948 por un grupo de estudiantes, no hay que perder de vista que es muy antigua la presencia del Santísimo Cristo de la Misericordia en la Semana Santa de Montoro, como así lo acredita la documentación que ha llegado hasta nosotros, donde se indica la presencia del Crucificado en 1819.

Desde 1948, año de la refundación, hasta 1973, no existen demasiados datos que nos permitan arrojar información acerca de lo sucedido en estos años, ya que no se conservan actas de este periodo. La primera Junta de Gobierno de la que se tienen datos, fue la presidida por Manuel Cachinero Navarro en el año 1973, renovándose en el cargo hasta el 9 de septiembre de 2005, día que se disuelve la Junta y se convoca Asamblea General Extraordinaria con el único punto en el orden del día la celebración de elecciones. Tras el recuento, se proclama a Antonio Madueño Madueño, nuevo Hermano Mayor – Presidente, hasta el año 2013, sucediéndole en el cargo Raimundo Marín Cabrera.

En el año 1980 se decide acometer una necesaria restauración del Santísimo Cristo de la Misericordia, cuyo encargo se realiza al taller de los hermanos Valverde Luján. Además, se dota a la imagen de una nueva cruz arbórea, más en consonancia con el estilo de la talla y unas potencias de plata, obra del orfebre cordobés Alfonso Luque.

En 1981 se aprobó el encargo del estandarte a las monjas carmelitas del convento de clausura de Utrera, siendo bendecido durante la celebración del triduo en honor al Santísimo Cristo de la Misericordia el 3 de abril de 1984. Su confección destaca por un bordado a mano en oro sobre terciopelo negro, presentando en centro una cruz y una corona de espinas, rodeada de una fila filigrana de bordado artesanal.

Uno de los enseres con más riqueza ornamental con los que cuenta la Hermandad es la cruz de guía elaborada en 1989 en el taller de carpintería por presos de la cárcel de Córdoba, realizada en madera maciza y con gran proliferación de motivos de la Pasión de Jesús.

En el año 1991, finalizada la Semana Santa, se proyecta un nuevo encargo al restaurador Andrés Valverde, en este caso será la talla de Nuestra Señora de las Angustias y su Cristo Yacente, los que tendrán una necesaria restauración. 

Este mismo año, portan los nazarenos y hermanos la medalla de la Hermandad, presentando en el anverso la imagen del Cristo de la Misericordia sobre el símbolo de Cristo y María Santísima y en el reverso a Nuestra Señora de las Angustias, siendo el cordón de color negro y azul, colores predominante en las túnicas de nazarenos de ambos tramos. 

Hasta el año 1973, las imágenes se procesionaban en pequeñas andas o parihuelas, portadas por hombres pagados, siendo posteriormente portadas a ruedas para llegar a lo que hoy conocemos como costaleros. En 1987 se realiza la primera salida procesional con costaleros en el paso del Santísimo Cristo de la Misericordia y en el 1992 en el de Nuestra Señora de las Angustias.

En 1994, se realiza el encargo de un nuevo paso para el Santísimo Cristo de la Misericordia a los talleres de Andrés Valverde, procesionando por primera vez en 1997. Se trata de una auténtica obra de arte, donde predominan tallas con motivos de hojarasca en los dos costos. En el frontal, trasera y laterales capillas con la imágenes de María Auxiliadora, San Sebastián, San Bartolomé y San Francisco Solano. El proyecto se finaliza con 4 evangelistas colocados en las equinas.

El nuevo paso de Nuestra Señora de las Angustias, se materializa en 1997 con el encargo a Andrés Valverde, que realiza la talla del canasto y su base, y que finaliza Jorge Domínguez Conde, en el año 2009 con la fase de pintado. 

Para conmemorar el 50 Aniversario Refundacional, se celebraron una serie de actos en el mes de febrero de 1998, como solemnes misas de presentación y cierre de actos, presidida por el obispo D. José Antonio Infante Florido, conferencias titulada “Pasión y muerte de Jesucristo”, a cargo de Antonio Hermosilla, ex presidente de la Cofradía de Santa Cruz y pregonero de la Semana Santa de Sevilla, un concierto de música sacra, conferencia titulada “Impacto de la muerte de Jesucristo”, “La sociedad nueva de Dios”, por Rafael Lora González, especialista en Ciencias Bíblicas y una mesa redonda donde se rememoraron las diversas vicisitudes por las que atravesó la Hermandad desde su refundación.

Tras la fusión de ambas Cofradías, y con la necesidad de disponer de unas reglas aprobadas por autoridad eclesial, el 14 de septiembre de 2000, en la festividad de la Santa Cruz, se aprueban los vigentes estatutos, siendo consiliario de la Hermandad D. Rafael Rabasco Ferreira y obispo de Córdoba D. Francisco Javier Martínez.

La Junta de Gobierno, con el objetivo de enaltecer a nuestros Sagrados Titulares, decide realizar en 2005 el I Pregón Joven de Hermandad, donde la juventud pueda tomar la palabra y mostrar sus vivencias, inquietudes y anhelos sobre su Hermandad.

Ese mismo día se presentó lo que es en la actualidad un canal de información para todos nuestros hermanos, como es el boletín que se emite con carácter anual. Está compuesto por artículo cofrades y religiosos y fotografías de nuestro titulares y de todo lo que sucede en la vida diaria de la Hermandad.

En julio de 2008, el Cristo de la Misericordia se somete a una nueva restauración a cargo de Miguel Arjona Navarro, coincidiendo con el LX Aniversario Refundacional. Para conmemorar dicho acontecimiento se organizaron una serie de actos como la presentación del libro titulado “60 años de Misericordia” de Antonio Delgado García, una conferencia titulada “La identidad de las Hermandades y Cofradías”, a cargo de Obispo de Córdoba D. Juan José Asenjo Pelegrina, “La Globalización de los cofrades”, por Antonio Vario Pineda, ex Hermano Mayor de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia de Córdoba y Pregonero de su Ciudad y “Costaleros y Capataces”, pronunciada por Antonio Santiago Muñoz, Capataz de la Hermandad de la Macarena de Sevilla.

Como colofón a esta efeméride se celebró el 14 y 15 de noviembre el XIX Encuentro de Hermandades y Cofradías de la Misericordia de Andalucía en nuestra localidad, con una exaltación a cargo de nuestro Hermano Mayor Honorífico D. Manuel Cachinero Navarro y al día siguiente la recepción de Hermandades de toda Andalucía y eucaristía concelebrada y presidida por el hoy Arzobispo de Sevilla D. Juan José Asenjo Peregrina.

Entre los últimos acontecimientos a destacar, debemos nombrar la creación del Grupo Joven de la Hermandad, que ha comenzado a trabajar duro aportando ideas y esfuerzo desde primeros de 2013, creando el motor de renovación y germen para el futuro de la Hermandad.











Este texto ha sido extraído del libro titulado 60 años de Misericordia, escrito por nuestro difunto hermano Antonio Delgado García, editado para conmemorar el LX Aniversario Refundacional de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora de las Angustias en al año 2008.